Con 43 años de laborar en el ITCO, IDA e INDER el compañero Rodolfo Araya se jubila

 

 

·         Afirma que siempre quiso y respetó mucho a sus compañeros, por eso se va de la institución agradecido y tranquilo.

·         Considera que ya cumplió su ciclo laboral y hoy se va lleno de esperanza para dedicarse a su familia.

Después de 43 años de trabajar en la institución, el compañero Rodolfo Araya Sánchez, se acoge hoy a su jubilación en medio de recuerdos, anécdotas y nostalgia.

Ingresó al ITCO con 18 años, cuando un vecino le dijo que si le interesaba venir a trabajar y llegó con un contrato por tres meses y antes de cumplirlo le ofrecieron una plaza que aceptó y se quedó estas cuatro décadas en Mantenimiento del ITCO, IDA e Inder, y agrega que llegó como carpintero, pero a través de todos estos años ha hecho de todo aquí en Oficinas Centrales y algunas veces en regiones.

Recuerda una gira a Coope Espavelar en Santa Bárbara de Santa Cruz (Guanacaste), junto con sus compañeros Humberto Mora y Johnny Segura (ambos ya pensionados) y en una época en que todo era más difícil y pocas veces tenían acceso a un hotel y dormían en cualquier parte. En la noche los campesinos del lugar los invitaron a tomar licor y como él no toma mucho, cada vaso que le llenaban lo botaba debajo de la silla y todos le decían “qué valiente como aguanta”, y los pocos tragos que se tomó lo volcaron y se fue a dormir rapidísimo, incluso quitándole el catre que Johnny Segura había escogido desde temprano.

Hoy ya más tranquilo después de la despedida que le hicieron el pasado 24 de julio, dice que nunca se esperó tanta gente y menos ver a su familia ahí, que ese día se impresionó muchísimo.

Pero ya son 43 años en los que “quise mucho y respeté siempre a mis compañeros”. Ahora quiere dedicarse a su familia por tantos años en que se consagró de lleno a su trabajo, quiere pasear, divertirse y pasar tiempo en una casita que tiene en San Carlos, herencia de su esposa. Y por qué no, de vez en cuando venir a darse una vuelta a la que fue su casa durante todos estos años.

Don Rodolfo tiene a su esposa doña Cecilia Badilla, a su hija Laura que trabaja aquí en el Inder, y sus otras hijas Cinthia y Tania, así como cinco nietos, que ahora podrán disfrutar la compañía de su esposo, padre y abuelo.

Ya no hay tiempo para la melancolía y la tristeza, ya cumplió su ciclo laboral y se va lleno de esperanza y buenos recuerdos.

En su lugar de trabajo, dejando todo en orden

Diana Murillo, Gerente General del Inder, despidió al compañero Rodolfo Araya esta tarde

Junto a su compañero Jean Carlo Leiva, don Rodolfo compartió un café con doña Diana Murillo, Gerente General, Sugey Araya de Salud Ocupacional y Amaro Arguedas, coordinador de Servicios Generales

 

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